Esperanza Aguirre trata de protegerse frente al desgaste que supondrá el desastre medioambiental de la nueva radial M 65, amparandose en el prestigio que supondrá adjudicarselo a alguno de los estudios "vedettes" de renombre internacional.
Se elude el problema de fondo: la nueva autopista favorecerá la promoción de urbanizaciones y construcciones en Castilla, donde el precio del suelo es irrisorio. La consecuencia DESTROZO MEDIOAMBIENTAL EN MADRID, Y COLAPSO DE LA NUEVA AUTOPISTA A MEDIO PLAZO, CON ENORMES GANANCIAS DE PROMOTORES Y CONSTRUCTORES.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó ayer la convocatoria de un concurso internacional de ideas para decidir el trazado de la nueva carretera M-65, que se construirá como alternativa a la A-6.
El Ejecutivo dio, de esta forma, el visto bueno al informe sobre los actuales problemas de congestión de la carretera de La Coruña, lo que le ha llevado a decidir la construcción de una nueva vía que permita el acceso a Madrid desde el noroeste.
Este concurso de ideas estudiará las soluciones técnicas y medioambientales más favorables para construir la futura M-65. El vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio González, fue muy tajante a la hora de explicar cuál será el papel del Ejecutivo a la hora de intervenir en el proyecto. «Nosotros no vamos a predeterminar nada. Lo único que vamos a exigir es que el proyecto sea riguroso con la protección del medio ambiente».
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